IRAN
Antes de viajar a Irán lo primero que hay que hacer es sacar los prejuicios de la maleta. La República Islámica es un país diverso en todos los sentidos. Desde el paisaje hasta las costumbres o la religión. De los bosques brumosos del norte a los desiertos del sur, del laicismo al Islam más riguroso. Si viajamos partiendo de esta idea, tendremos la oportunidad de descubrir a una sociedad que acoge a sus visitantes con una hospitalidad desbordante y a un país todavía libre del turismo de masas con uno de los patrimonios históricos más espectaculares del planeta.
Los iraníes son el epítome de la cordialidad y del saber estar. Sera habitual que se os acerquen con una sonrisa si os ven y te pregunten de dónde vienes, si estáis disfrutando de su país o qué lugares habéis visitado. Pero lejos de resultar pesados, tras hacer unas preguntas e interesarse por vosotros, os desearan una feliz estancia y siguen su camino. No sin antes decir “por favor, habla bien de Irán”. No habrá nada que les haga más felices que pedirles si podemos hacernos una foto con ellos.